La investigación del crimen de Santiago “Manzanita” Uñates, de 13 años, ocurrido hace una semana en Aguilares, en el marco del enfrentamiento entre dos bandas que pugnarían por el dominio territorial para avanzar con la red de narcomenudeo, tuvo un inesperado giro: se investiga si los grupos contaban con algún tipo de conexión policial.
“Manzanita” fue ultimado en su casa del barrio Villa Nueva. Horas antes, su padre, Walter “Quilla” Uñates, había sido herido de un disparo en el pie cerca de su casa. El acusado de ese hecho, Pablo “Bichi” Vaquel, habíaido hasta la casa de “Quilla” junto a los hermanos Franco “Trucha” y Guillermo Agustín Espíndola y se produjo una discusión que derivó en la muerte del adolescente.
Ese fue el último incidente que protagonizaron “Los Pibes de la Villa” (grupo integrado por los Uñates) y “La Banda del Bichi (cuyo líder es el detenido por el homicidio), pero antes se había producido otro. El martes 10 de diciembre, en el mismo sector de Aguilares, Leo Uñates, hermano de “Manzanita”, había sido atacado por Vaquel. Realizó la denuncia, pero el caso nunca llegó a tribunales.
“La cajonearon en la comisaría. Nunca avisaron que esa familia quería hacernos daño. Además, en el barrio, todo el mundo sabía que había vuelto de Buenos Aires donde estaba escondido porque pesaba una orden de captura. Pero la Policía no hizo nada para detenerlo porque lo protegen”, señaló Natalia Reynoso, madre de la víctima, en una entrevista que le realizó Canal 5 de Aguilares.
La mujer, según confirmaron fuentes judiciales, repitió ese dato cuando declaró ante el fiscal Edgardo Sánchez, quien confirmó que la denuncia había sido presentada recién el 12, un día después de haberse producido el crimen. “Se citó al personal para explicarle que habían cometido una grave falla y que si la Justicia se hubiera enterado antes, se podría haber evitado una muerte. Se investigará esta situación”, reconoció el investigador en una entrevista con LA GACETA.
El jefe de la Unidad Regional Sur, Jorge Díaz, confirmó que ya se inició un sumario administrativo para determinar la responsabilidad del personal de esa dependencia. “No vamos a tolerar situaciones de estas características. Si hay algún hombre que falló en su tarea, se le aplicará la sanción correspondiente”, explicó.
Sin que hasta el momento llegara a aparecer en el expediente judicial, la Policía Federal inició una investigación en contra de la cabo Noelia Ávila, pareja de Leo Uñates, que es uno de los referentes de “Los Pibes de la Villa”. El proceso se inició cuando LA GACETA publicó el viernes esa relación y, después de corroborarla, los superiores descubrieron que había violado la reglamentación por la que está obligada a informar sobre su situación sentimental y más aún si ya se encontraba en concubinato.
Además, los federales descubrieron que en las redes sociales se señalaba que ella le habría facilitado al menos su arma reglamentaria a su pareja para que se defendiera del ataque. “En la causa no existe ningún indicio sobre un tiroteo entre los dos grupos. Es más, ninguno de los acusados, en su declaración, habló de un enfrentamiento, que podrían haber utilizado a su favor”, agregó el fiscal Sánchez.
Ávila, al día siguiente del crimen, no se presentó a trabajar en su puesto por licencia médica. Cuando sus superiores la fueron a visitar a su domicilio para verificar su estado de salud, no la encontraron, por lo cual la citaron de manera urgente para que retornara al servicio.
La cabo se presentó el domingo ante sus superiores, según reconocieron fuentes de la fuerza. Allí le explicaron que se le había iniciado un trámite administrativo por las faltas que habría cometido y por las denuncias que había en su contra. Le ordenaron que volviera a cumplir con el trabajo que estaba desarrollando en Los Vallistos.
Una comisión de federales, de acuerdo a la versión oficial a la que tuvo acceso LA GACETA, concurrió a controlarla el lunes y la encontró en un auto con su pareja Uñates. Por esta nueva falta, se le inició un trámite que podría terminar en su puesta a disponibilidad de la fuerza.